fELICIDADES, mAESE gINO. (Escorts)

Escrito por Kain, Wednesday, 24 de December de 2008, 14:19 (5841 days hace...) @ Gino War

» Gracias por la espera. Toda esta serie de regalos ha levantado mucha
» polémica. Espero que los comentarios del siguiente relato sean en general,
» para bien.
»
» No trataré de poner expresiones totalmente explícitas como lo he venido
» haciendo en otras reseñas, pues esta ocasión la considero totalmente
» especial, y al mismo tiempo le he puesto protección a prueba del tiempo en
» mi memoria.
»
» Tenía pensado postearla en 3 partes, pero viendo que los post del mismo
» tema los une el webmaster en una misma trama, lo mandaré en una sola
» entrega.
» Como saben, me extiendo al escribir, así que les advierto que si tienen
» algo que hacer, lean este relato cuando estén más relajados.
» Bien, aquí la historia del maravilloso e inolvidable encuentro que tuve
» con Bibi.
»
» Fecha: 20/Dic/2008
» Hora: 20:20 aprox (Cuantos 20s! ¿Verdad> Yo también lo pensé)
» Lugar de Alojamiento: Xanadu (Se oye de fondo esa cancioncita de Olivia
» Newton John).
»
» "El mejor regalo es el que causa sorpresa y alegría a quien lo recibe" se
» leía en un banner de una página web que estaba revisando desde la lap top
» en donde me enteré de la sorpresa de Bibi.
»
» Aun tenia yo presente el mensaje de texto que mi hermoso mujeron contestó
» el día anterior al encuentro y aun no lo podía creer, estaba a una hora ya
» listo para encontrarme con su excepcional regalo.
»
» Guardé la lap y noté que mi hermano iba a salir hacia el Centro, así que
» le pedí que me llevara en su viaje y me dejara cerca de Tlalpan y Viaducto.
» Al descender en esa zona, me dirigí al "Aranjuez" para buscar una
» habitación y me encontré con el problema de que todas las habitaciones
» estaban ocupadas (Claro... Diciembre, Sábado en la noche, ¿Qué es
» esperabas> Jo).
»
» Acudí tanto a las Villas Hararé como al inmueble que se encuentra al lado
» de la Tienda de Autoservicio de Nativitas y me topé con el mismo
» contratiempo.
» Me comuniqué con Bibi para explicarle la situación y ella contestó de
» manera calmada y tranquila, como si ya supiera de antemano que al final
» todo este contratiempo acabaría felizmente. Entonces, me recomendó que me
» fuera al otro lado de Tlalpan y preguntara en Xanadu. Así lo hice y en el
» trayecto se presentó la pregunta de si ¿En realidad había crisis o no> O
» ¿Acaso la libido se hace más difícil de contener debido a tanto abrazo de
» brindis de fin de año>
»
» No podía creer que una situación como esta pusiera en peligro el tan
» esperado encuentro con Bibi. Llego con grandes esperanzas al ultimo lugar
» mencionado, pregunto en la recepción y responden que si hay habitaciones.
»
» - Ohh, perfecto. Ya todo va mejor.
»
» Entro al cuarto. Me instalo. No sé por qué sentía cierto calorcito dentro
» del lugar. Puse el aire acondicionado.
»
» Le llamé a Bibi para avisar que ya estaba instalado. Me responde con esa
» sensual vocecita que te hace cambiar la textura de la piel, que ya venia
» hacia el lugar.
»
» Y si, fui victima de la ansiedad de la que ya otros prestigiados foreros
» comentan y que se hace presente en el tiempo de espera. Es agobiante pero a
» la vez muy excitante imaginar cómo esa Diosa Sexual llegaría, cómo iría
» vestida, ¿Vería que soy el mismo tipo que pone sus fotos en el messenger>
» Pues sanamente dejé que todo se respondiera de manera natural.
»
» Prendo la tele y aparece la acostumbrada programación para motivarte en
» esas noches de frio. Todos los canales estaban con esa temática. La dejé
» encendida para pasar el rato pero las imágenes pasaban sin ser procesadas.
» Era como morder una goma de mascar que jamás iba a ser ingerida.
»
» Ya que Bibi se portó muy comprensiva, la verdad yo no tenía ya ningún
» problema en esperar el tiempo que fuera, afortunadamente fue muy breve.
» De repente, tocan a la puerta. El ritmo cardiaco se acelera y se siente
» una placentera sensación de emoción.
»
» Abro la puerta (Ey! Olvidaste quitar el seguro de arriba) :
» Toda la espera culminó al ver y oír semejante señorón saludando de manera
» tan cordial, como si ya nos hubiéramos conocido desde hace muuuucho
» tiempo.
» Entramos a la habitación y yo seguía muy emocionado por el regalo
» prometido. Bibi llevaba unos jeans ajustados y blusa. Tenía el pelo
» recogido en una colita de caballo. Se veía casual pero con mucha
» sensualidad.
» Nos saludamos y abrazamos muy acaloradamente. Entonces también Bibi hizo
» el comentario de:
»
» - Ahh Gino, ¿Cuál crisis> Tú mismo acabas de ver que todos los lugares a
» los que fuiste están llenos,
»
» - Si, realmente fue difícil encontrar un lugar libre, Bibi.
»
» Al dejar sus pertenencias en la barrita del tocador, la “regalito de
» vainilla” notó que tenía el acondicionado encendido. Me acerqué tanto al
» interruptor para apagarlo, como al control de la TV, para terminar con las
» escenas que nada le pedirían a lo que estaba a punto de acontecer en la
» habitación. A Bibi no le molestó tener la tele encendida, así que así se
» quedó la pantalla de HD prendida.
»
» Platicamos de su manera de seleccionar al afortunado. Me comentó que si
» había leído algunas reseñas mías y que le habían agradado los comentarios
» que hacía sobre ella sin haberla conocido. Un detalle que se me hizo digno
» de comentar es que trajo dos cervezas León, una para cada uno. Qué incre!
»
» Después de la Intro y necesaria presentación. Pasó al tocador a cambiarse.
» Yo me quedé en playera y en boxer. Me quedé sentado en la cama anonadado
» admirando c+omo Bibi se preparaba para el encuentro.
»
» Se despojó de las prendas que llevaba, y se cubrió con una tanguita y bra
» de color rosa. Mi fascinación inició cuando se ponía unas medias de color
» negro. Ese era el mejor estimulante que se podía pedir. Lentamente sus
» piernas quedaban cubiertas en un negro transparente que se hacía percibir
» sobre toda la habitación, se veían sus muslos tan torneados y sexys, que
» sentía una gran desesperación por acercarme y tocarla, pero no quería
» perderme de ese espectáculo. Bibi terminó por calzarse unas zapatillas
» negras.
»
» - Vine justo como me pediste! Y entonces me dijo:
»
» - Quítate todo lo que me estorbe.
»
» Me despojé de la playera y seguí con la trusa.
»
» - Que piernotas tienes. Ella me dijo a mí.
»
» Ese comentario elevó mi ego.
» - Vaya, Gracias, Que bueno que te gusten Bibi.
»
» Entonces, Bibi se puso frente a la cama y así paradita me dijo:
» - Ahora si Gino, ven, déjate querer.
»
» Me recibió con sus brazos y comenzó a acariciarme. Lamentablemente el
» notable recuerdo que me dejaron ciertas amiguitas fue percibido por Bibi;
» pero de manera normal, no le tomo mucha importancia. Yo estaba muy
» preocupado por eso, pero su actitud fomentó totalmente la confianza ante
» tal percance.
»
» Entonces me dejó acariciarle sobre su bra, los lindos y grandes senos que
» tiene. Le besé su espaldita y sus enajenantes caderas. Después pasé mis
» labios y manos sobre sus piernas. El tacto con sus medias era muy suave y
» estimulante. Me permitió estar Bibi en esa posición todo el tiempo que me
» apeteció. Era como estar en una juguetería y poder tener todo el tiempo
» para divertirte. Todo fue muy delicioso.
»
» A continuación de esa gran experiencia, me pidió que me preparara para el
» masaje.
»
» Lo mejor estaba por venir. Me puse boca abajo y me deje consentir. Se
» quitó el bra y la tanga y me masajeo con sus senos. Cargó todo su peso
» sobre mi espalda propiciando una sensación reconfortante. De repente,
» comencé a sentir que me daba besos en las piernas y en las rodillas. Jamás
» me habían dado tantas caricias en esa zona. Realmente era muy placentero.
» No me pude contener y empecé a jadear de placer. Era como si estuviera Bibi
» haciendo una estimulación oral en los genitales, pero lo asombroso era que
» todo era provocado en la parte trasera de mis piernas.
»
» Me sentía muy cerca de la gloria. Me lamió los glúteos y pasó de manera
» tremenda su boca por la cavidad que los separa. Me sentí alarmado, pero al
» instante me tranquilicé.
»
» - Cálmate. Bibi sabe lo que hace.
»
» Me puso entonces boca arriba y me miró fijamente a los ojos. Me propinó
» unos besos profundos y totalmente apasionados. Fue un disfrute extremo. Ese
» tipo de besos son lo que por tanto tiempo buscaba y en pocas ocasiones se
» podía obtener. Afortunadamente Bibi era quien me los otorgaba sin
» limitaciones.
» Me besó el pecho y yo no paraba de suspirar. Soy realmente sensible en esa
» zona y Bibi me estaba torturando con tremendo gusto que yo sentía ciertos
» deseos de llorar, si así era de llorar de placer. Todas las emociones
» corrían como torrente en el cerebro. Era en ocasiones incontrolable poder
» asimilar todo el placer que sentía.
»
» Bibi continuó con mi entrepierna. Me besó los testículos y el perineo.
» Ella volvió a acercarse a mi boca y le lamí los senos. Después de eso, todo
» el ritmo tenue comenzó a volverse vertiginoso. Me atacó con un inesperado
» oral sin. Ella despedía sonidos de gusto y eso hizo que se fortaleciera la
» erección.
»
» Fue un oral de fábula. Lo combinaba dándome besos y acariciándolo con sus
» senos. Todo estaba muy delicioso. Aun no podía recuperarme de ello cuando
» me encontraba frente a ella ya realizando el acto que tanto había ansiado
» desde que vi las fotos de su página web.
»
» En verdad cumplió su amenaza, me estaba devorando y yo estaba gustoso de
» que lo hiciera.
»
» Después estuvo arriba de mí y se remolineó sobre mi entrepierna. Realmente
» no sé como pude contenerme para no terminar en ese momento. Creo que todo
» se lo debo a tan apetecible mujer que tenía como administradora del
» encuentro.
» Todo lo que tenia que hacer era dejarme llevar por Bibi. No vi en qué
» momento ella se puso sobre sus piernas y manos y me invitó a continuar.
» Allí la intensidad llegó al máximo. Ella se acostó y me pidió que siguiera
» de esa forma sin parar. La siguiente instrucción era que yo dejara caer
» todo mi cuerpo sobre ella, Creí que la iba a lastimar pero no fue así. En
» esa posición sentía una gran presión que despedía deseos de culminar la
» experiencia. Sentía todas sus paredes comprimiéndome. Solo podía ver
» colores entremezclados al rededor de la habitación. Todo el ritual siguió
» con la misma fuerza. En ocasiones yo paraba por algunos problemas de
» acoplamiento y sincronización pero ella fue muy comprensiva.
»
» En un movimiento acrobático Bibi se volteó y colocó una pierna sobre mi
» hombro, continuamos así, para finalmente ver como esta indómita dama volvía
» a ponerse sobre sus piernas y manos y me invitó a continuar. El movimiento
» era realmente intenso. No dejaba de contemplar mis manos sobre sus bellas
» caderas. Me sentí privilegiado. Entonces, toda la satisfacción contenida,
» se liberó en un breve instante.
»
» Por fin Bibi me había mostrado el Paraíso al que ella te sabe transportar
» con todas sus caricias, besos y atenciones. Terminé sumamente agitado,
» húmedo, besado y dopado con todos los mimos que Bibi me proporcionó.
»
» Después de tan agitado momento, platicamos un buen rato. Fue una intima
» exploración de nuestras vidas en la que nos encontramos charlando desnudos
» al borde de la cama. Nos mirábamos fijamente a los ojos; el efecto del
» color de los mismos hace que pierdas la noción del tiempo en un marco rubio
» largo. Me acordé de esa sensación que sentía por una maestra que tuve en la
» secundaria. La fascinación de saber que era mayor que yo y no obstante,
» contenía mucha atracción hacia ella. Bibi me hacía sentir de igual forma.
» Estaba literalmente encantado oyéndola hablar. Ahhhh! Así deberían ser
» todas las relaciones, con un intermedio feliz y placentero.
»
» La verdad, ya no era necesario un 2do viaje a su Paraíso, la calidad
» superó por mucho a la cantidad. Así que Bibi se fue a enjuagar a la ducha y
» momentos después la seguí. Era sensacional verle la espaldita y las caderas
» mojaditas; una vista surgida como de mis más íntimas fantasías eróticas de
» la adolescencia. Sólo le faltaban las alitas para ser toda un ángel.