Recuerden caballeros que ellas fornican con la menstruación igual que sin ella, la que quiere trabajar, se mete una especie de tapón o esponja, que no se como "COÑO" se llamará y ¡Halá, dale que te pego! (cliente no atendido=dinero perdido), y en esos días la que es "más profesional" te ofrece su chimuelito para que se lo taladres (en caso de que no te quiera dar su biscocho en adobo, jajaja), pero como siempre la mosca en el pastel son algunas pájaras que no te dice nada y sales embadurnado hasta las orejas, y luego te dice que no esperaba eso, en fin

¡Pero eso sí, mucho ojito camaradas puteros!: Cuando vas todo contento a metérsela por el culo (que te ofrecieron con el pretexto de la sangre): las más zorras tratan de engañarte e intentan se la metas por el chocho... ¡Hay que estar muy atentos porque a la mínima te cambian de orificio!

*Nota al margen número 1: De acuerdo a información de este mismo portal, las señoritas putas (digo putas y no digo escort porque soy de otra época y me suena bastante cursi y/o surrealista... las putas son putas ¿no>, pues ya está)... A lo que íbamos: cobran una media de 1500 morlacos por un servicio de una hora El promedio de servicios prestados en un día cualquiera es de cinco (pero vamos a dejarlo en cuatro, no quiero se piense que estoy exagerando) y el número de días que a cualquier dama le dura su periodo va de tres a cinco días en promedio
Así tenemos que: 1500 que es el costo del servicio x 4 el número de servicios diarios x 4 que corresponde al promedio de días de sangre = 24000 bilimbiques, cantidad nada despreciable

*Nota al margen número 2: Tanto los hombres cómo las mujeres pueden contagiar a sus compañeros sexuales no infectados, esto se debe a que el VIH se presenta en la sangre (incluyendo los flujos menstruales), las secreciones vaginales, así como en las células de los conductos vaginal y anal. De hecho, es posible encontrar niveles elevados del VIH en estas áreas incluso cuando hay una presencia baja del VIH en la sangre.

Moraleja: Aquí cada quien sabe los posibles riesgos que se puede dar el lujo de correr, así qué cada quien tome sus propias decisiones. Pero eso sí: sin coartar las libertades de los otros, ni tratar de engañar al prójimo...

¡Salute!