Un desarrollo cientÃfico y el Sexoservicio (General)
El profesor Mark S. Eshton de la Universidad de Princenton, durante un congreso sobre neuropatÃas y su tratamiento, expuso lo que para muchos será uno de los avances más radicales del área en nuestro tiempo, desarrollado por él y su equipo. Se trata de algo que llamaron neurobiopril, una droga basada en encimas esteroideas que, fundamentalmente, acelera dramáticamente la generación de sipansis entre neuronas y células glandulares, vÃa el hipercrecimiento de los botones dendriticos de estas últimas, el cual tiene consecuencias múltiples que aún no han sido dilucidados del todo.
En los hombres, se desarrolla un efecto empatÃa. En lo particular, se ha comprobado con sujetos que aceptaron a participar voluntariamente en los experimentos, que con las mujeres con las que se sienten emocionalmente ligados se desarrolla la ilusión de una conexión sensorial entre ambos sujetos. La llamada asÃ, cápsula de empatÃa (nombre dado por los resultados descubiertos hasta ahora), tiene efectos más fuertes precisamente cuando la contraparte, la mujer en estos casos, se encuentra a su vez en un estado hormonalmente excepcional, lo que hace sospechar de un aumento también en la capacidad olfativa y percepción de sensaciones de los propios hombres.
Dicho en otras palabras, y con un ejemplo para que se entienda el alcance de este asunto, los hombres que tomaron la droga y tienen una esposa o compañera embarazada, a partir de ese momento comparten todas las sensaciones que ella tenga: las nauseas, los ascos, antojos extraños, el cansancio, el dolor de espalda, la hinchazón de pies y en casos singulares, la Ãntima felicidad de la perspectiva de ser madres e incluso los latidos del corazón del bebé y las pataditas en el vientre.
Lo más sorprendente de los efectos de esta conexión han sido lo que parecen ser los ataques que sufren los hombres en el periodo en el que ellas están en trabajo de parto. Lo cual llega a extremos de dolor intensos si se trata de una cesárea, pues ellas son sedadas, pero ellos no (y en rigor, en apariencia, no tendrÃan porqué). Dicen que el resultado de esta experiencia es que los hombres se vuelven padres más maternales y que, aunque se suspenda el uso del neurobiopril, la comunicación entre la pareja se mantiene increÃblemente buena, como si compartieran pensamientos. Aunque también se da la constante de que el hombre se vuelve particularmente cuidadoso en el uso del condón y de la aplicación de métodos anticonceptivos. Algunos incluso desarrollaron cierta psicosis contra un nuevo embarazo de sus parejas.
Este uso en parejas a punto de ser padres ha entusiasmado mucho a grupos feministas, que han llegado a sugerir que no sólo los problemas entre parejas se van a terminar, sino que incluso la sociedad, -la civilización entera-, será mejor, bajo la premisa de que lo único que le hace falta a la humanidad es tener más sensibilidad femenina, dicho asà sin implicar de ningún modo el abandono de la heterosexualidad.
Sin embargo, paradójicamente, quienes más se han entusiasmado son los investigadores de algunas grandes corporaciones farmacéuticas que han experimentado versiones diluidas de la droga en parejas que no se conocen y que la toman para efectos de un encuentro sexual. En efecto, hablamos de sexoservidoras y sus clientes.
Y el entusiasmo de dichas empresas no es para menos, pues podrÃan tener el producto afrodisiaco definitivo. Resulta que si el hombre la toma antes de la relación sexual, comienza a sentir la excitación de ella recorriéndole el cuerpo: se le calientan las manos, su vientre le arde, su rostro muestra profundas ojeras, todo ello, entre otros, sÃntomas de la excitación femenina y junto con el endurecimiento de su virilidad, en prácticas como el cunnilgüis, la sensación de la erección del clÃtoris.
Aunque también hay varios “peros” que temen puedan desestimular las ventas del producto: El primero, por supuesto, es que el hombre percibirá de inmediato no sólo la falta de excitación de la escort en cuestión, sino incluso su rechazo o de plano su asco. Aunque otros alegan que eso no es malo, pues a los clientes les permitirá detectar cuándo ellas fingen del todo. El problema es que el costo que deberán pagar los hombres por su descubrimiento, es que se asquearán de sà mismos unos dÃas.
Otros creen que también habrá rechazo, por lo menos entre los más misóginos -o francos homófobos- por que los hombres también perciben entre las piernas la sensación de la penetración y los flujos de placer que suben por la pélvis con el roce del pene en las paredes vaginales.
Algunos médicos ponen además la objeción de que es probable que el corazón masculino no tenga capacidad para resistir el prolongado orgasmo femenino e incluso se teme que ambos cuerpos puedan llegar a golpearse la cabeza accidentalmente en la simultaneidad de su clÃmax, que se retroalimenta entre sÃ.
Se teme que si la mujer es multiorgásmica, el hombre en empatÃa podrÃa caer fulminado. De hecho, hay rumores de que una docena de voluntarios ha muerto de dicha manera, aunque con una enorme sonrisa en su rostro.
Lo que sà resultó explosivo fue el experimento de que ambos, prostituta y cliente, tomaran la cápsula de empatÃa, pues el efecto es el de un espejo frente a otro, en una consecución infinita de reflejos de sensaciones, ella sintiendo la excitación de él y viceversa y disparando la sensación acrecentada al otro y asà de nueva cuenta en un ciclo sin fin. Las pocas parejas que lo han experimentado, y han sobrevivido-, se dice, no han encontrado aún el camino mental que los traiga de regreso a la normalidad y viven en gozosas convulsiones.
Como sea, se especula también que a pesar de todos los peligros, versiones pirata de tal producto ya están disponibles en mercados clandestinos de Hong Kong y, por tanto, en Tepito. Lo que sà es seguro, es que hayamos recibido ofertas de dicho artÃculo entre el correo spam filtrado por Yahoo y Gmail.
Si alguien lo prueba, que cuente.
Saludos cordiales. de Nadie.
Postdata: es increÃble la cantidad de mamadas que puede uno escribir después de ver dos capÃtulos seguidos del Dr. House un martes en el canal 5.




