Un rato nocturno con Whisky y Milan (General)
Revisaba los perfiles de las chicas en la azulada emplumada y de repente apareció un video en el TimeLine. Era de una chica llamada Katya Milan.
Inmediatamente me atrajo su atractiva carita y silueta sinaloense.
Le mandé mensaje. Acordamos los pormenores y fantasÃas extras.
Lamentablemente no podÃamos coordinar el encuentro hasta que coincidimos por la noche en la zona de Tlalpan.
Quedamos de vernos en el lobby. Ella llegó primero. La verdad, de lejos se ve bien con esa cabellera dorada.
Cuando se levantó y se acercó a mÃ, me dio un beso frio en los labios, pero me recibió con una voz dulce, la alerta se convirtió en una gran sonrisa satisfactoria de lujuria.
Es alta, guapa y olÃa muy rico. Tiene las piernas largas y un derriere apetecible como las chicas de esa región. Los senos no son grandes, pero permiten maniobrarlos sin temor a lastimarlos.
Nos adentramos a la habitación. Le invité una copita de whisky. Me comentó que no suele beber en los servicios. De mi parte tomé 1 vasito de whisky con vive 100 para sacudirme la sensación del dÃa de trabajo y mientras ella me contaba cómo fue su dÃa, refresqué el aliento, me acerqué a ella e iniciamos el encuentro.
Me daba besos de piquito mientras la acariciaba y trataba de quitarle la blusa y el sostén. Sentà que no habÃamos hecho quÃmica. En lo personal me gusta que las chicas tomen la iniciativa y ella esperaba que un servidor encendiera el fuego.
Traté de continuar con un faje que encendiera la llama pero parecÃa muy complicado.
Entonces la recosté y la puse de espaldas.
Es una delicia admirar esas largas piernas con esas nalgas tan sensuales. La desvestà y le puse las medias y me deleité abrochando sobre sus tobillos las correas de sus zapatillas.
Lamà todo su cuerpo, mordà suavemente sus glúteos y de repente pasé mi lengua y labios por sus brazos.
Allà ella empezó a jadear y me quedé allà repitiendo la dosis más suavemente y en el otro brazo. Sentà que ella se empezó a prender y eso me excitó mucho, asà que de repente comencé a tallar mi miembro con sus zapatillas.
El roce empezó a llegar en su empeine y al parecer eso despertó la lujuria de esta mujer.
Se levantó y me acostó para hacerme un oral salvaje y delicioso.
No podÃa desaprovechar este momento, asà que la puse de perrito en la orilla de la cama y como creà que ella no iba a cooperar mucho, olvidé darle por su vagina.
Ella lo entendió, se puso mucho lubricante, abrió más las piernas y el orificio y poco a poco lo fui llenando de mi miembro.
Por poco me venÃa de ver esas caderotas con el orificio abierto. Lo iba metiendo, se sentÃa tan caliente y apretado. Ella solo cerró los ojos como si disfrutara el momento.
Lo metà poco apoco mientras besaba su espalda y notaba que su sexo se empezaba a empapar. Su piel se hizo chinita.
Ella de repente tomo el control. Era un apretar delicioso. Costó encenderla, pero ya estábamos carburando nuestros motores sexuales. La nalgueaba y ella mordÃa cada vez más con su perrito trasero.
Por sus piernas largas no pude quedarme mucho tiempo en esa posición. Asà que hicimos de nuevo el perrito ya no en la orilla de la cama sino en el centro para hace un perrito atropellado. Con el alcohol sentà que el tiempo pasó rapidÃsimo. RequerÃa un poco de calma para tomar aliento.
Entonces me senté en el sillón, bebà parte de la 2da copa, cambiamos de condón y volvió a mamarme con vehemencia. Entonces le pedà de patitas al hombro para tener sus tacones de aretes y poder lamente sus pies con las medias.
Era una rica sensación. Puso las zapatillas sobre mis hombros y empecé a lamerle lentamente los dedos y el empeine.
Ella abrió de nuevo su cavidad trasera. Me enfundé otro condón y ella me pidió que me pusiera lubricante en mi miembro y después en su cavidad.
Entonces volvà a meter poco a poco a mi amigo mientras le lamia las pantorrillas y los pies. Poco a poco Ãbamos subiendo la velocidad, hasta que esto ya era un anal desenfrenado y lascivo.
Era delicioso. Notaba cómo ella hacÃa gestos de satisfacción.
Estuve algunos momentos metiendo y sacando hasta que no pude más y empecé a sentir el cosquilleo que presagiaba el final.
Me apreté un poco la circunferencia del glande y pude seguir dándole por la puerta trasera, su vagina escurrÃa, pero no le hice caso.
Le indiqué que me iba a venir.
Saqué delicada y sutilmente el miembro cuidando que siguiera cubierto por el globo.
Le pedà que me masturbara con sus tacones mientras le estimulaba el clÃtoris. De mi parte, necesitaba más fricción. Entonces solo le pedà que dejara los tacones quietos y continúe bombeando por cuenta propia, inspirado con ese par de piernas, pies y zapatillas.
Ella me pedÃa que la llenara de leche y entonces fue que me vine deliciosamente en su tacones y empeine, esa escena me hizo sacar mucho lÃquido.
Todo quedó adherido entre sus zapatillas negras y las medias. Fue delicioso. Creà que ella iba a hacer un gesto de disgusto, pero le agradó.
Se incorporó. Se retiro las prendas, limpió su calzado, me dejo las medias y se fue a bañar.
Me quedé acostado viéndola cómo se duchaba, cayéndole el agua y notando que el vapor comenzaba a atenuar su atractiva silueta.
Al salir, se cambió de manera pausada y atrayente. Sentà otra erección, pero el tiempo se habÃa terminado.
Platicamos un poco en lo que ella se alistaba y nos despedimos con un beso muy soft.
Fue un gran encuentro. Cumple lo pactado. Es muy agradable. Espero repetir pronto.
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mensaje completo:
- Un rato nocturno con Whisky y Milan -
GinoWar,
27-02-2019, 11:31
- Un rato nocturno con ???? - Putito$, 27-02-2019, 11:58