Sóbame la espalda… (Escorts)
Ayer fue un dÃa excelente. Fui a comer con los amigos. Todos son entrañables, con sus personalidades tan definidas. Jóvenes impetuosos como el Chato y Roka. Los sibaritas que no nos cocemos al primer hervor, pero que somos como los vinos, jejeje. Armani, Lovecraft, Porthos, su servilleta. Los siempre ácidos y no por eso menos simpáticos. 007, Ronaldivo y el que convoca a los festejos el querido Pony. El lugar me gustó buena atención y quitando el relajo con la cuenta. (Que rollo, todos pagamos nuestra parte con plástico asà que se volvieron locos, yo firmé cuando menos tres bauchers, jejeje). En fin, salà corriendo a una reunión en la oficina y al anochecer, fui por ti con el ansia de cerrar el mejor de los dÃas. Saliste rapidito, como siempre, con esos jeans negros y el top de encaje. Como me gustas mi vida, como me gustasÂ…
Sóbame la espalda, que la tengo muy sensible, te recuestas a mi lado ofreciendo la plenitud de tu tersa y gentil espalda, Ximena. Tan femenina, empiezo a besar tu cuello, mientras mis manos sostienen tu trasero que es mi deleite, muerdo tu oreja y suspiras, mis dedos intrépidos te recorren y se mojan de tu miel. Entonces me acoplo, busco nuestro ensamble y entro en tu carne, con suavidad al principio, subiendo la intensidad, entro y salgo, para que me mojes, me lubricas y estoy hasta dentro, toda mi hombrÃa vive en ti y ronroneando, te mueves mientras jadeante te cojo con tanta pasión. Te levanto la pierna para entrar y sentir en mi glande la pared deliciosa de tu sexo. Beso tu nuca y te empiezo a sobar, sólo en este momento obedezco y masajeo tus hombros y la base de tu hermosa cabeza, mientras simultáneamente no he dejado de entrar y salir de tu vulva rosita, tan caliente. Este es el masaje que me gusta darte, asà como un solo ser, empujando mà pene dentro de ti. Sobarte suavecito, con calma, para sentir la locura de tu orgasmoÂ…
QUANTA tuvo lo mejor de la vida, el abrazo fraterno de los amigos y el espasmo pleno en la entrega con su amadaÂ…