Les transcribo el artíulo publicado en "Chilango" de este mes, por considerarlo de su interés.

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http://www.chilangoweb.com.mx/nivel2.asp>pge=2&cve=30_07

Sí existe ese mítico antro donde las chicas malas se portan como decentes damitas

No era un sótano lúgubre; tampoco una bodega olvidada o una casona a punto de derrumbarse. Tampoco fue necesario decir una contraseña para poder entrar. Todo fue cosa de subir unas escaleras. Al entrar, nada del soundtrack funky y despreocupado de una película porno. Al contrario, un grupo en el centro del salón ejecutaba cóvers rockeros.

Una veintena de mesas con parroquianos, algunos encorbatados, sin visos de perversión en el rostro y cubalibre a medio acabar.

Apenas los ojos se acostumbran a la penumbra se delinean jeans muy ajustados y escotes demasiado pronunciados para el dress code chilango. De entre el murmullo emergen alegres tonalidades de español del cono sur. La confirmación definitiva vino cuando el guía que me abrió las puertas del lugar me dijo que a un lado se encontraba ni más ni menos que parte del staff de una de las salas de masaje más reconocidas de la ciudad, cuya especialidad es un masaje a cuatro manos llamado extreme.

Llegar al sitio no es difícil (a sólo un par de cuadras de Insurgentes), lo complicado es averiguar dónde queda. En algunos foros cibernéticos especializados en el placer erótico capitalino, aparecen indicios de la existencia de este sitio, pero no todos los días muestra su faceta escort. Por razones insondables, sólo los jueves a partir de las 22 horas estas chicas descienden de los hoteles de paso para mezclarse amistosamente con el resto de los mortales de este valle. ¿Por qué este día y a est hora> Nadie lo sabe, ni siquiera ellas mismas.

—Te presento a Rubí —dijo mi anfitrión, mientras una rubia de larga cabellera me extendía su mano con todo y sonrisa lúbrica.

Ella es otra de las celebridades del mundo escort chilango y se le nota; el busto era demasiado perfecto como para ser afectado por la fuerza de gravedad, pero eso a nadie importa.

Al ritmo de la música uno pierde la timidez y considera una aproximación amistosa. Esta requiere táctica y buena voluntad ya que ellas, expertas en el trato con los hombres, saben de inmediato si buscas amistad o sólo una sesión de sexo gratis. Sinceridad ante todo, porque ellas se irán en el plan que quieran con quien quieran. Esta noche es su derecho.

¿Por qué este lugar (sin atributos glamorosos) se ha convertido en eje para un sector social tan asediado> Una morena encogió sus hombros semidesnudos y me dijo:

—¿Por qué no> —sin duda era porteña—. Es un lugar que conocemos y donde nos conocen, tocan música que nos gusta y el ambiente es tranquilo.

Sospecho que existen otros factores de peso (como alguna relación simbiótica entre los dueños y los propietarios de casas de masaje), pero también hay lógica simple. La apariencia física es vital para estas chicas (algunas se cotizan por más de 2,500 pesos la hora de placer), por lo que les queda mejor un sitio para echar unos tragos e irse a la camita temprano para reiniciar con el gimnasio al rayar el alba. Además, ¿por qué habrían de querer ir a lugares donde ex clientes medio borrachos las podrían reconocer y asediar para obtener una ronda de caricias sin costo>

Después de la medianoche, surge la verdadera naturaleza de las parroquianas: al lado, dos chicas se besaban y otras dejaron el local compartiendo a un galán de la cintura. A las dos de la mañana sólo sobrevivían algunos fiesteros que en la borrachera no se habían dado cuenta de que ellas se habían ido y que sólo estaba el camarero esperándolos con la
cuenta.

Encontrar el lugar para uno de los mejores tacos de ojo de la metrópoli sólo depende de hurgar en la red.Feliz búsqueda.

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» considerarlo de su interés.
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» Sí existe ese mítico antro donde las chicas malas se portan como decentes
» damitas
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» >No era un sótano lúgubre; tampoco una bodega olvidada o una casona a
» punto de derrumbarse. Tampoco fue necesario decir una contraseña para
» poder entrar. Todo fue cosa de subir unas escaleras. Al entrar, nada del
» soundtrack funky y despreocupado de una película porno. Al contrario, un
» grupo en el centro del salón ejecutaba cóvers rockeros.
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» Una veintena de mesas con parroquianos, algunos encorbatados, sin visos de
» perversión en el rostro y cubalibre a medio acabar.
»
» Apenas los ojos se acostumbran a la penumbra se delinean jeans muy
» ajustados y escotes demasiado pronunciados para el dress code chilango. De
» entre el murmullo emergen alegres tonalidades de español del cono sur. La
» confirmación definitiva vino cuando el guía que me abrió las puertas del
» lugar me dijo que a un lado se encontraba ni más ni menos que parte del
» staff de una de las salas de masaje más reconocidas de la ciudad, cuya
» especialidad es un masaje a cuatro manos llamado extreme.
»
» Llegar al sitio no es difícil (a sólo un par de cuadras de Insurgentes),
» lo complicado es averiguar dónde queda. En algunos foros cibernéticos
» especializados en el placer erótico capitalino, aparecen indicios de la
» existencia de este sitio, pero no todos los días muestra su faceta escort.
» Por razones insondables, sólo los jueves a partir de las 22 horas estas
» chicas descienden de los hoteles de paso para mezclarse amistosamente con
» el resto de los mortales de este valle. ¿Por qué este día y a est hora>
» Nadie lo sabe, ni siquiera ellas mismas.
»
» —Te presento a Rubí —dijo mi anfitrión, mientras una rubia de larga
» cabellera me extendía su mano con todo y sonrisa lúbrica.
»
» Ella es otra de las celebridades del mundo escort chilango y se le nota;
» el busto era demasiado perfecto como para ser afectado por la fuerza de
» gravedad, pero eso a nadie importa.
»
» Al ritmo de la música uno pierde la timidez y considera una aproximación
» amistosa. Esta requiere táctica y buena voluntad ya que ellas, expertas en
» el trato con los hombres, saben de inmediato si buscas amistad o sólo una
» sesión de sexo gratis. Sinceridad ante todo, porque ellas se irán en el
» plan que quieran con quien quieran. Esta noche es su derecho.
»
» ¿Por qué este lugar (sin atributos glamorosos) se ha convertido en eje
» para un sector social tan asediado> Una morena encogió sus hombros
» semidesnudos y me dijo:
»
» —¿Por qué no> —sin duda era porteña—. Es un lugar que conocemos y donde
» nos conocen, tocan música que nos gusta y el ambiente es tranquilo.
»
» Sospecho que existen otros factores de peso (como alguna relación
» simbiótica entre los dueños y los propietarios de casas de masaje), pero
» también hay lógica simple. La apariencia física es vital para estas chicas
» (algunas se cotizan por más de 2,500 pesos la hora de placer), por lo que
» les queda mejor un sitio para echar unos tragos e irse a la camita
» temprano para reiniciar con el gimnasio al rayar el alba. Además, ¿por qué
» habrían de querer ir a lugares donde ex clientes medio borrachos las
» podrían reconocer y asediar para obtener una ronda de caricias sin costo>
»
» Después de la medianoche, surge la verdadera naturaleza de las
» parroquianas: al lado, dos chicas se besaban y otras dejaron el local
» compartiendo a un
galán de la cintura. A las dos de la mañana sólo
» sobrevivían algunos fiesteros que en la borrachera no se habían dado
» cuenta de que ellas se habían ido y que sólo estaba el camarero
» esperándolos con la cuenta.
»
» Encontrar el lugar para uno de los mejores tacos de ojo de la metrópoli
» sólo depende de hurgar en la red.Feliz búsqueda.

si no mal recuerdo algunos de los foristas de Divas suelen reunirse ahí principalmente el 3er Jueves de cada mes.

Has ido o solo lo has escuchado, te recomiendo que vayas y tu mismo juzgues el ambiente

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» considerarlo de su interés.
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» Sí existe ese mítico antro donde las chicas malas se portan como decentes
» damitas
»
» >No era un sótano lúgubre; tampoco una bodega olvidada o una casona a
» punto de derrumbarse. Tampoco fue necesario decir una contraseña para
» poder entrar. Todo fue cosa de subir unas escaleras. Al entrar, nada del
» soundtrack funky y despreocupado de una película porno. Al contrario, un
» grupo en el centro del salón ejecutaba cóvers rockeros.
»
» Una veintena de mesas con parroquianos, algunos encorbatados, sin visos de
» perversión en el rostro y cubalibre a medio acabar.
»
» Apenas los ojos se acostumbran a la penumbra se delinean jeans muy
» ajustados y escotes demasiado pronunciados para el dress code chilango. De
» entre el murmullo emergen alegres tonalidades de español del cono sur. La
» confirmación definitiva vino cuando el guía que me abrió las puertas del
» lugar me dijo que a un lado se encontraba ni más ni menos que parte del
» staff de una de las salas de masaje más reconocidas de la ciudad, cuya
» especialidad es un masaje a cuatro manos llamado extreme.
»
» Llegar al sitio no es difícil (a sólo un par de cuadras de Insurgentes),
» lo complicado es averiguar dónde queda. En algunos foros cibernéticos
» especializados en el placer erótico capitalino, aparecen indicios de la
» existencia de este sitio, pero no todos los días muestra su faceta escort.
» Por razones insondables, sólo los jueves a partir de las 22 horas estas
» chicas descienden de los hoteles de paso para mezclarse amistosamente con
» el resto de los mortales de este valle. ¿Por qué este día y a est hora>
» Nadie lo sabe, ni siquiera ellas mismas.
»
» —Te presento a Rubí —dijo mi anfitrión, mientras una rubia de larga
» cabellera me extendía su mano con todo y sonrisa lúbrica.
»
» Ella es otra de las celebridades del mundo escort chilango y se le nota;
» el busto era demasiado perfecto como para ser afectado por la fuerza de
» gravedad, pero eso a nadie importa.
»
» Al ritmo de la música uno pierde la timidez y considera una aproximación
» amistosa. Esta requiere táctica y buena voluntad ya que ellas, expertas en
» el trato con los hombres, saben de inmediato si buscas amistad o sólo una
» sesión de sexo gratis. Sinceridad ante todo, porque ellas se irán en el
» plan que quieran con quien quieran. Esta noche es su derecho.
»
» ¿Por qué este lugar (sin atributos glamorosos) se ha convertido en eje
» para un sector social tan asediado> Una morena encogió sus hombros
» semidesnudos y me dijo:
»
» —¿Por qué no> —sin duda era porteña—. Es un lugar que conocemos y donde
» nos conocen, tocan música que nos gusta y el ambiente es tranquilo.
»
» Sospecho que existen otros factores de peso (como alguna relación
» simbiótica entre los dueños y los propietarios de casas de masaje), pero
» también hay lógica simple. La apariencia física es vital para estas chicas
» (algunas se cotizan por más de 2,500 pesos la hora de placer), por lo que
» les queda mejor un sitio para echar unos tragos e irse a la camita
» temprano para reiniciar con el gimnasio al rayar el alba. Además, ¿por qué
» habrían de querer ir a lugares donde ex clientes medio borrachos las
» podrían reconocer y asediar para obtener una ronda de caricias sin costo>
»
» Después de la medianoche, surge la verdadera naturaleza de las
» parroquianas: al lado, dos chicas
se besaban y otras dejaron el local
» compartiendo a un galán de la cintura. A las dos de la mañana sólo
» sobrevivían algunos fiesteros que en la borrachera no se habían dado
» cuenta de que ellas se habían ido y que sólo estaba el camarero
» esperándolos con la cuenta.
»
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He visto ahi foristas de Rp, de divas y de aqui no entiendo porque dices que solo de divas