Nunca digas de esta agua no he de beber, porque luego hay veces que te andas ahogando... (Felicitaciones)
*Nota: En beneficio de los involucrados y para mantener un grácil anonimato no voy a mencionar los nombres de las y los involucrados en esta historia, sin embargo todos los hechos narrados son atrozmente reales
Y quiero platicarte así en confianza y sin que pienses que son exageraciones o ganas de hacer el farol, que en esta última ocasión estuve en el garito donde se cobijan mis aventuras de calentura con mi (p)utinovia aproximadamente de tres a tres horas y media (con las consabidas consecuencias del sangrado para mí agotada billetera)
Sin embargo en esos momentos es lo que me tiene sin mayor cuidado, la tristeza me viene cuando ya me retiro y termino haciendo cuentas y me digo para mis adentros: con ese mismo dinero ¿Cuantas señoritas (p)utas hubiese podido haber enculado> (Lo sé, soy el ser más egoísta y macarra personaje de toda mi generación, jajaja)
Los días que suelo visitarla pasó y me meto hasta la salita de las presentaciones, mientras que ella a tomada lo bonita costumbre de que sale a recibirme y saludarme de besito en la boca frente a todo el personal presente (te lo comento para que veas una de las muchas razones, por que me trae tan apendejado ), de forma inmediata le doy el pago de mi primer servicio estándar y pasamos incontinenti a las acciones: lo usual, ella comienza con besos y caricias mientras con sus manitas juega con mi herramienta y mis testículos, paulatinamente baja hacia mi miembro donde comienza un oral de maravilla, se dilata un placentero buen rato (yo le calculo entre diez y quince minutos solo en el oral), para continuar con la fornicación propiamente dicha en la clásica posición del misionero, patitas al hombro, en un solo hombro, sus patitas abiertas hasta donde dan, sus piernas abrazando mi cintura (donde casi siempre logro hacerla suspirar de forma apasionada), después me dice que cambiemos de posición y me pregunta que si quiero que ahora ella se ponga arriba, a lo que yo accedo y en el cual (a mi parecer) logro hacer que tenga su primer orgasmo de nuestro encuentro (o por lo menos en las ocasiones que esto sucede a mi me lo ha parecido de forma bastante realista), terminada esta primera escaramuza me visto y salgo a la salita de las presentaciones donde departo con algún otro (p)utero que halle y con las señoritas (p)utas que se encuentran revoloteando por ahí (Al llegar a este punto tal vez te parezca bastante chocante el relato de toda mi historia, pero prometo no extenderme mucho más)
Mientras estoy en estas, siguen entrando y saliendo clientes de todos tipos, un momento que para mi es de verdadera angustia es cuando algún otro (p)utero escoge a mi (p)utinovia y se la lleva para el cuarto para ponerla a lo perrito y hacerle todas las indecencias que te puedas suponer (¿Puedes imaginar los celos que experimento cómo humilde y triste (p)utero enamorado de una mujer pública>... ¿Y qué además es la favorita de la concurrencia>...)
Pero ahí no para toda esta historia, el mismo día sábado, sucedió un hecho que me ha confirmado que cuando menos no todo es fingimiento y una puesta en escena que realiza esta chica a escasos centímetros de mi rostro: En la segunda ocasión que le solicité de sus servicios de ese día, ocurrió un hecho que confirmó (al menos en parte) el que no del todo es fingido lo de sus orgasmos, en plena acción me pregunta que si quiero que ella se monte sobre mi herramienta, a lo que yo le respondo que: claro por supuesto, ella comenzó una cabalgata en toda forma y empezó a mover espasmódicamente la pelvis a una velocidad vertiginosa, tanto que hasta me hacía daño en el rabo (por un momento pensé seriamente que sí podía lastimarme, pero aguante cómo un verdadero macho), y sucedió algo que en contadas ocasiones me ha ocurrido: ella tuvo unos violentos espasmos y contracciones de su vagina (¡Pero en serio!), que lograron sacar a mi simbrel de su nidito y cómo entenderás al yo estar debajo me llenó todo de una prodigiosa corrida o squirt (¡Te juro que NO era orín, pues fue un líquido claro y NO olía a orines, y solo fueron unos segundos!) mientras ella gritaba sonidos entre dolor y placer (pero lo que si es sorprendente es que logró sacar a mi rabo, no por los movimientos de la pelvis sino por las contracciones de la vagina ¿Te lo puedes imaginar>...) terminado todo esto puso una carita de placer y agotamiento que no se puede fingir y comenzó a estremecerse toda y me pidió que la dejase reposar
El tercer encuentro fue casi un calco del anterior (pero eso sí: sin el squirt), me pidió que se lo hiciese a lo perrito y me la atoré a lo chivita en precipicio. Y me suplicó que en esa posición NO le acariciase la almeja, pues aún estaba muy sensible de su anterior venida, mientras escuchaba sus dulces quejidos (lo que para mis oídos era música)
Pero sucedió qué por una razón que aún no puedo explicarme: la (p)uti del infortunado incidente de mi error de nombres, la famosa Sara, entreabrió la puerta de la habitación en donde nos encontrábamos en plena faena, y la cerro casi de manera inmediata (aún estoy dudando si acaso fue a tomarnos una foto, o también posiblemente a verificar si no le estaba haciendo daño de algún modo a mi putinovia. La cabeza de pensar no me ha dejado de dar vueltas sobre este accidente), cómo percibí que con el incidente mi chica había perdido un poco de atención decidí apurarme a terminar y para rematar le avisé que ya me corría y ella me ayudó con unas hábiles contracciones de su vagina
Colofón: Infiero que a ella cómo a mi mismo, también le pesa el estar enculada (si así se le puede decir), de un (p)utero como yo lo soy Y te platico todo esto solo para poder desahogarme, pues si no te lo cuento a ti, ¿A quien se lo voy a platicar>...
PD: Siento que esta chica me tiene agarrado (y muy bien trincado) de mis queridos y nunca bien ponderados testículos (y al menos por ahora NO lo puedo evitar)
¡Salute!