Reseña de mi Visita Casa Swinger (Swingers)

Escrito por Sealof, Saturday, 01 de December de 2012, 14:04 (4404 days hace...)

Después de consultar y leer la página de Internet de Casa Swinger, una amiga y yo decidimos la semana pasada acudir como pareja al tan "lujurioso" sitio, esto es lo que sucedió:

El jueves cerca de las 9 de la noche recogí a mi amiga, que llamaremos Gabriela, en el metro. Gabriela vestía unos zapatos de tacón de 15 cm, minifalda, blusa entallada y un abrigo que cubría esas delgadas pero firmes piernas que ansiaba tener alrededor de mi cintura.

Llegamos al sitio, en la entrada nos recibió la gente de seguridad. Pese a que no son unos expertos, ni especialistas, los tipos son educados y hacen bien su chamba. Para ese momento el lugar cubría con nuestras expectativas.

Pasamos, nos revisaron y cobraron la entrada. Después nos preguntaron y explicaron de qué trataba el asunto de las pulseras: verde, dispuestos a todo; morado, indeciso; rojo, solo vengo a ver. Como íbamos decididos a coger elegimos la verde.

Una vez adentro revisamos las parejas y material, en efecto -y tal como lo esperábamos- había de todo, desde tipas buenas y guapas, hasta señoras gordas que en lo personal no se antojaban ni un poco.

Pasamos al bar por un trago y esperamos, ya pasadas las 10 de la noche apareció el fundador de la casa y comenzó el espectáculo, leyó las reglas del sitio, presentó a un abogado e iniciaron con los juegos eróticos. Sobre dichas dinámicas me parecieron aburridas e infantiles, pero en realidad creo que si prenden a algunas parejas, por lo que al final se agradece el esfuerzo.

Debido a que la dinámica y show de sexo nos resultaba aburrido, Gabriela y yo subimos a coger. Esto con la intención de tener la noche libre para interactuar con quien nosotros queramos. Al ascender por las escaleras pude ver que bajo la falda de mi amiga no había bragas y su sexo de 26 años estaba al aire, lo que me excitó aún más.

Ya arriba comenzamos a fajar en el pasillo y justo aquí empezó mi desanimo por este sitio, en menos de dos minutos estábamos rodeados por una especie de zombies con cara de Sammy que se masturban alrededor de ti y te respiran en la oreja. Es justo ese el problema de la casa, los hombres solos son una molestia constante, ya que aunque entienden el no, continúan pegados a ti realmente desagradable.

Al hartarnos de la presencia de los zombies calenturientos, optamos por meternos a la pesera (una cama cubierta por unas paredes acrílico transparente a la que no se puede entrar sino es autorizado por quienes están dentro). Una vez que la pesera nos protegía comenzamos con el mete-saca, Gabriel levantó su minifalda y se montó sobre mí, cogimos durante 15 excitantes minutos, terminamos y descendimos con nuestro séquito de sammy a nuestras espaldas.

Al bajar al Gran Salón nos percatamos que los juegos sexuales estaban terminando y las parejas comenzaban a subir, no quedaba de otra, de nuevo vamos para arriba. Ya en el segundo piso encontramos a dos parejas, la primera conformada por una señora bastante guapa y su esposo, la segunda era un par de novios, la chica era alta delgada y vestía un ligero rojo.

Una vez que las tres parejas estábamos en el mismo cuarto comenzamos a fajar, yo con la chica del liguero, la señora con el otro wey y Gabriel con el esposo de la señora, todos contra todas. Finalmente la Casa Swinger estaba cumpliendo su cometido. La joven delgada me masturbaba mientras su novio veía de reojo como la masturbaba. En tanto, Gabriel se repegaba al esposo de la señora, sin embargo la magia sexual que envolvía el cuarto termino cuando nos rodeaban nuevamente 15 zombies con el pito de fuera.

La insistencia y presencia de los weyes terminó por enfriar a la señora y eventualmente el intercambio que armábamos se deshizo. Gabriel me dijo que quería coger con un muchacho, me encargó su abrigo y comenzó con el chico, nuevamente los zombies se lanzaron sobre ellos. Mi amiga se incomodó por tercera ocasión y me pidió volver a la parte inferior de la casa.

Ya abajo y con un mal sabor de boca decidimos irnos sin ganas de regresar.

¿Qué nos gustó>

El ambiente, las instalaciones y personal son buenos. La gran mayoría de las parejas asistentes van con el mismo fin y, como decía al principio, hay para todos los gustos: jóvenes, señoras, altas, bajitas, gorditas y delgadas.

¿Qué me desagrado>

Lamentablemente, lo bueno no es suficiente para hacernos regresar. La presencia de weyes solos es molesta, entendería si en realidad fueran apenas unos cuantos, pero por cada pareja hay al menos 3 o 4 cabrones solitarios. No tengo nada contra ellos, pero si vas a un ligar swinger resulta molesto tenerlos como plastas tras de tí todo el tiempo.

¿Regresaríamos>

No lo sabemos, tal vez para un sábado únicamente de pareja. sin embargo, hemos leído en este y otros foros que incluso los sábados dejan entrar a los zombies cara de sammy.

Espero sus comentarios y que la reseña les sea útil.