Nos encontramos en el pasillo y me abrazaste calurosamente con esa ternura que me encanta. - Que gusto Q, felicidades. Que tus sueños se realicen. - Igualmente mi vida. Te acerco para abrazarte y mientras te aprieto, escucho vocecitas que te preguntan. -Conoces a Quanta>. - Si de la época en que era Vanessa. -Yo lo he vivido!, jajaja. Me haces reír y desearte. Te veo más guapa y te lo digo. -Si Q me estoy poniendo buenísima, jajaja. Nuevamente me divierte tu coquetería, esa que te ilumina los ojos y humedece tus labios.

Me gustan mucho tus hombros, la suavidad de la piel. La forma en que mueves la cabeza cuando mis dedos te tocan el cuello, la espalda y el sexo. Así descansando, sintiendo el escalofrío mojado de lo que puede venir. Saco la blusa mientras mueves las caderas invitándome a tocarlas y a rozarte aún sobre la tela. Recuerdo y contemplo tus señales de ángel caído, ese tatuaje tan singular que te convierte en mi diablita de lujuria. Nuevamente te acerco y sostengo tu trasero, lo levanto y acaricio para subir y despojarte de lo ultimo que cubre tu torso. Libero tus senos y beso sus botones, vestidos de perfume. Eres guerrera y por lo tanto tienes señales de las batallas. Muerdo el pezón y el piercing que lo acompaña. Ronroneas y jadeante me dices.- Me gusta mucho Q, me encanta que me tomes cuando quieras. De pie te guió para que agarres mi hombría y la devores. Eres golosa y lo engulles hasta su base, siento llegar a tu garganta. Con suavidad jugueteas, degustas y relames ahora mis testículos, mientras me miras con traviesa lujuria. Tengo que detenerte, me harás terminar y hoy lo que quiero es poseerte. Te volteo y así de espaldas contemplo tu sexo, mientras me preparo acercándome a ti, quiero entrar y lo hago, nada me detiene. Te mueves experta para que el viaje húmedo sea sin escalas. De golpe y hasta tu entraña...

QUANTA encontró una nueva adicción, el sexo de Daniela. Su travieso ángel de lujuria.